Las primeras secuencias FMV aparecieron para juegos de PC y no fue hasta principios de la década de los ’90 cuando dieron el salto a las consolas de la mano de Sega Mega CD. Así fue como comenzó la fiebre del Full Motion Video, haciendo que los videojuegos parecieran más atractivos para el público.
Desde que las consolas tuvieron la suficiente capacidad técnica para reproducir vídeos de alta resolución empezaron a desarrollarse títulos en los que los verdaderos protagonistas eran las secuencias de vídeo. Intentando alardear del avance tecnológico, las grandes compañías procuraron por todos los medios que los nuevos títulos que salieran al mercado estuviesen repletos de una buena cantidad de horas de metraje, aunque ello significase limitar la jugabilidad. De alguna manera, al igual que la aparición del sonido en el séptimo arte hizo que el lenguaje cinematográfico se alejase de los códigos narrativos del cine mudo, en el campo de los videojuegos, el nacimiento de las secuencias FMV supuso una ruptura, al menos momentánea, con las formas de juego hasta entonces conocidas. Sigue leyendo